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En una reciente encuesta realizada en Estados Unidos, el 67% de las madres dijeron haber experimentado vergüenzas y criticas por su forma de educar a sus hijos
Si eres madre primeriza o estás embarazada, seguramente sabrás que es abrumador que las personas, incluso desconocidos, te estén dando consejos todo el tiempo. Con tanta información sobre ti, puede que te sientas sobrepasada y confundida.
Para complicar las cosas, muchos de los consejos que recibimos se contradicen entre sí, pues cada madre tiene sus propios métodos y experiencias en las que confía. ¿Pero, eso significa que son adecuados para ti? Tal vez si, tal vez no; cada bebé y cada conexión entre madre e hijo es maravillosamente única.
Sin embargo, no todos lo entienden y se ha normalizado que todos sientan el derecho de criticar las decisiones de las madres, primero con el embarazo, luego con el parto y después con los hijos.
En inglés esto se conoce como «mom-shaming» y sucede cuando una persona humilla, juzga, “aconseja” y critica el estilo de crianza de una madre.
Lo peor del caso, es que la mayoría de los comentarios negativos que una mamá recibe, provienen en su mayoría de otras madres. Irónico, ¿no? pues las mujeres deberíamos ser las más empáticas unas con otras, especialmente porque todas compartimos los mismos temores, los mismos desvelos y el amor incondicional por nuestros hijos.
¿Cómo poder manejar esta situación?
Si bien es inevitable que las personas decidan “participar” sobre tu vida y decisiones, hay formas en las que tú puedes manejar las situaciones y proteger tu salud mental.
- Confía en tu instinto y en la forma en que haces las cosas. Nadie sabe que es lo mejor para tus hijos, excepto tu. El instinto maternal no se equivoca.
- Mantén en privado los asuntos relacionados con tus hijos: entre menos sepa la gente de tu situación, menos oportunidad tendrán de comentar sobre tu vida.
- Crea tu circulo de amor: la maternidad es demasiado difícil para que te aísles. Se necesita una tribu para criar un hijo: pero debe ser tu tribu. Rodéate de personas que compartan tus mismos valores y estilos de crianza.
- Prepárate: la mejor forma de manejar los consejos no pedidos es tener las respuestas correctas. “Voy a considerar si esto es correcto para mí”, “Voy a consultarlo con mi médico, gracias”, “Eso no está en línea con lo que creo”, son algunas respuestas que puedes dar a preguntas o consejos incómodos.
- Mantén la calma: aunque sea difícil, cuando te sientas abrumada busca ayuda, llora, desahógate, pero no dejes que nada ni nadie te robe tu paz.