Con la llegada de los meses más fríos, el riesgo de resfriados, gripe y otras infecciones respiratorias aumenta considerablemente. Las bajas temperaturas, los espacios cerrados y los cambios bruscos de clima son factores que facilitan la propagación de virus, por lo que es importante tomar medidas preventivas para cuidar la salud durante la temporada invernal.
Refuerza tus defensas
Una alimentación balanceada es clave para mantener fuerte el sistema inmunológico. Incorpora frutas y verduras ricas en vitamina C (como naranjas, mandarinas y piña) y alimentos con zinc y vitamina D, presentes en pescados, huevos y frutos secos. Mantenerse bien hidratado también ayuda a que el cuerpo funcione correctamente y pueda combatir mejor los virus.
Abrígate adecuadamente
Usar varias capas de ropa, gorros, bufandas y abrigos que cubran el pecho y el cuello puede prevenir cambios bruscos de temperatura que afectan las vías respiratorias. Es importante especialmente en niños y adultos mayores, que son más vulnerables a los resfríos y la gripe.
Ventila los espacios cerrados
Durante el invierno, solemos mantener puertas y ventanas cerradas para conservar el calor, pero eso también favorece la concentración de virus en el aire. Ventilar la casa o la oficina al menos 10 minutos al día permite renovar el aire y reducir el riesgo de contagio.
Lava tus manos con frecuencia
El lavado de manos sigue siendo una de las medidas más eficaces para evitar enfermedades. Hazlo antes de comer, después de toser o estornudar, y al regresar a casa. Si no hay agua y jabón disponibles, utiliza gel antibacterial con al menos 60 % de alcohol.
Vacúnate y cuida tus hábitos
La vacuna contra la influenza es una herramienta importante para prevenir complicaciones respiratorias graves. Además, dormir bien, reducir el estrés y hacer ejercicio moderado fortalecen el sistema inmune.
El invierno no tiene por qué ser sinónimo de enfermedades. Con pequeños hábitos y cuidados diarios, es posible disfrutar de las fiestas y del clima fresco con buena salud y energía
