El dulce abrazo del otoño: Crumble de manzana y canela

Cuando las tardes se vuelven frescas y el aire huele a hojas secas, el cuerpo pide abrigo… y el alma, un postre cálido. El crumble de manzana y canela es ese clásico que trae consigo el espíritu del otoño: aromas de hogar, texturas reconfortantes y el encanto simple de lo hecho en casa.

Este postre combina la suavidad de las manzanas caramelizadas con una capa crujiente de avena y mantequilla, creando un contraste irresistible. Ideal para compartir en familia o disfrutar junto a una taza de café o té especiado.

Crumble de manzana y canela

Ingredientes (para 4 porciones)

Relleno:

  • 4 manzanas grandes, peladas y cortadas en cubos

  • 2 cucharadas de azúcar morena

  • 1 cucharadita de canela en polvo

  • ½ cucharadita de nuez moscada

  • 1 cucharadita de jugo de limón

  • 1 cucharada de mantequilla

Crumble (cobertura):

  • ½ taza de harina de trigo

  • ½ taza de avena en hojuelas

  • ⅓ taza de azúcar morena

  • ½ cucharadita de sal

  • ½ cucharadita de canela

  • 6 cucharadas de mantequilla fría, cortada en cubos


Preparación

  1. Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).

  2. En una sartén, saltea las manzanas con mantequilla, azúcar, canela, nuez moscada y limón durante unos minutos, hasta que estén suaves y ligeramente caramelizadas.

  3. Colócalas en un molde refractario o ramequines individuales.

  4. En un recipiente aparte, mezcla los ingredientes secos de la cobertura. Agrega la mantequilla fría y desmenúzala con los dedos hasta obtener una textura arenosa.

  5. Cubre las manzanas con esta mezcla y hornea durante 25–30 minutos, hasta que la superficie esté dorada y crujiente.

  6. Sirve caliente, acompañado de helado de vainilla o crema batida.

El toque final

Añade nueces, almendras o arándanos secos para un sabor más otoñal.
El resultado: un postre que no solo perfuma la casa, sino que abraza el alma. Sirve con helado de vainilla.

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