Inversiones Agrícolas Castellanos ha recorrido un largo camino en el cultivo de piña, evolucionando en los últimos años hasta convertirse en el creador de D’Campo, la primera marca de piña enlatada hondureña. Con un enfoque en la calidad y en ofrecer un producto local que compita con los importados, D’Campo ha conquistado el paladar de los consumidores.
Un Sueño que Nació del Esfuerzo
Oscar Armando Castellanos, gerente propietario de Inversiones Agrícolas Castellanos, recuerda cómo el cambio hacia el cultivo de piña transformó la vida de su familia. “Nosotros empezamos vendiendo leña, hasta que un día mi papá decidió que había que intentar con algo diferente. Así comenzamos a sembrar piñas, y con los años, el negocio creció más de lo que habíamos imaginado”, comparte Oscar.
Oscar recuerda que, desde joven, él buscaba una forma de dar valor agregado a la piña producida por su familia, un reto que lo motivó a estudiar Ingeniería Industrial y, posteriormente, una maestría en Comercio Internacional. Su propósito era encontrar una solución que permitiera ofrecer un producto final diferente y atractivo para el consumidor.
Fue durante sus estudios que surgió la idea de crear piña enlatada, con un sabor único y una alta calidad que pudieran competir con los productos importados. Para lograrlo, fue necesario un proceso de tres años que incluyó la investigación, desarrollo de fórmulas y adquisición de maquinaria especializada. Cada etapa implicó pruebas y ajustes constantes para asegurar que el sabor y la durabilidad del producto cumplieran con los estándares deseados.
“Yo desde los 15 años soñaba con hacer algo distinto con la fruta, algo que nos diera identidad y nos permitiera crecer. Después de estudiar y prepararme, vi la oportunidad de crear un producto enlatado, algo que representara a Honduras con calidad”, relata
El Camino hacia la Piña enlatada D’Campo
Oscar recuerda el arduo proceso de desarrollo del producto. “Las primeras pruebas no fueron buenas; las segundas ya salieron mejor. Poco a poco fuimos ajustando hasta que logramos el sabor que queríamos. No fue fácil, pero al final valió la pena”, comenta.
La maquinaria también fue un reto, pues no estaba disponible en el país y tuvieron que importarla, ya que en Honduras no existe el equipo necesario para el proceso de enlatado.
Oscar y su esposa Victoria, tuvieron que traer equipos desde el extranjero, enfrentándose a trámites aduaneros y logísticos complejos. Además, el etiquetado del producto también presentó desafíos, ya que en Honduras no había proveedores capaces de realizar este tipo de etiquetas, por lo que recurrieron a una empresa en Guatemala.
Hoy en día, la empresa emplea a entre 25 y 30 personas, tanto de manera directa como indirecta, contribuyendo al desarrollo de la comunidad y ofreciendo empleo a nivel local.
Un Producto 100% Hondureño con un Sabor Único
El principal diferenciador de la piña enlatada de Inversiones Agrícolas Castellanos es su sabor. “Desde que la planta empieza a crecer, se va desarrollando ese sabor característico que queríamos preservar en el enlatado”, explica Victoria Castellanos.
La marca se enfoca en darle a la fruta el toque dulce y auténtico que caracteriza a la piña hondureña, sin depender únicamente del azúcar añadido. Este enfoque permite que el producto tenga una calidad superior y un sabor natural que destaca frente a los productos importados.
Un Orgullo Hondureño en Cada Lata
Hoy en día, D’Campo se comercializa en Roatán, puntos de venta y plataformas digitales; la visión es expandir su alcance a nivel nacional e internacional.
“Queremos que D’Campo sea un producto de orgullo catracho. Sabemos que los hondureños valoran algo hecho en casa, con dedicación y calidad”, puntualizó Victoria. “Invitamos a todos a probar D’Campo, no solo porque es hondureño, sino porque es único en sabor y calidad”, finalizó.
Inversiones Agrícolas Castellanos representa el esfuerzo y la perseverancia de una familia hondureña que ha logrado transformar su historia en un modelo de innovación y éxito empresarial. Su piña enlatada es mucho más que un simple producto; es el resultado de años de trabajo y dedicación, y una muestra del potencial de la agroindustria hondureña para competir en el mercado global.