San Pedro Sula, Cortés – Con el objetivo de reducir el riesgo de inundaciones y fortalecer el desarrollo del Valle de Sula, se dio inicio a los estudios para la elaboración del «Plan Maestro de Control de Inundaciones en el Área Urbana del Valle de Sula». El proyecto, financiado por el Gobierno de Japón a través de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), se presentó en un evento informativo realizado en la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC).

Karim Qubain, presidente de la CCIC, destacó la importancia de este proyecto para la región, señalando que las inundaciones recurrentes tienen un impacto significativo en la economía local y el bienestar de la población. Por su parte, Yasuo Yoshida, representante de la Embajada de Japón, reafirmó el compromiso de su país con el desarrollo de Honduras y la mitigación de los efectos del cambio climático.

El ingeniero Huberto Calderón, encargado de la presentación del estudio, detalló que el proyecto tiene una duración prevista de tres años, desde julio de 2024 hasta julio de 2027, y cuenta con un financiamiento de 3 millones de dólares. El objetivo principal es implementar un plan maestro para reducir el riesgo de inundaciones en las cuencas de los ríos Ulúa y Chamelecón, a través de inversiones preventivas y estrategias de control de inundaciones.
El estudio se llevará a cabo en tres fases: la primera se centrará en la recopilación de información y estudios básicos; la segunda en estudios de prefactibilidad y evaluaciones ambientales preliminares; y la tercera en el diseño de la estructura de ejecución para aplicar las medidas de reducción de riesgos. Expertos en hidrología, control de inundaciones, planificación urbana y gobernanza estarán a cargo del estudio.
La Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) será la contraparte hondureña del proyecto, con el Centro de Estudios y Desarrollo del Valle (CEDVS) como unidad ejecutora. El área de estudio abarca la Zona Metropolitana del Valle de Sula, que incluye 17 municipios.
Este proyecto representa un paso importante para proteger al Valle de Sula de los efectos devastadores de las inundaciones y promover un desarrollo sostenible en la región.