- La joven, quién es funcionaria del Mundial Femenino de Fútbol, tuvo que huir del país árabe para evitar la condena
Paola Schietekat, una mexicana de de 28 años, trabajaba para el comité organizador de la Copa del Mundo en Qatar, cuando fue violada por un hombre que irrumpió en su apartamento y amenazó con matarla.
El ataque que se produjo el 6 de junio de 2021, fue denunciado de inmediato a las autoridades de Qatar, quienes respondieron acusándola de tener una aventura con el abusador y la acusaron de ‘sexo extramatrimonial’, algo que es ilegal en el país.
Los abogados le dijeron a Schietekat que una forma de evitar la condena, era casarse con su agresor; ella no aceptó y decidió huir del país, dejando atrás la nueva vida que había construido.
Lo más impactante, es que los cargos contra Schietekat, siguen siendo válidos y se espera que sea sentenciada por rebeldía el 6 de marzo.
Como sucedió?
La noche del suceso, el violador a quien Schietekat consideraba un amigo, entró a su hogar y la violó. El ataque fue tan fuerte, que le dejó los brazos, los hombros y la espalda cubiertos de moretones
Schietekat, explicó que el atacante pudo acceder a su departamento ubicado en la ciudad de Doha, porque es común que los residentes dejen sus puertas abiertas y confían en la seguridad del edificio.
Schietekat dijo que tomó fotografías de la escena y documentó lo que había sucedido en su teléfono antes de huir de su casa y pasar la noche en un hotel por temor a que su atacante regresara. A la mañana siguiente, obtuvo un certificado médico y, con un funcionario del cónsul mexicano en Doha, denunció la presunta violación a la policía de Qatar.
La policía le preguntó si quería una orden de restricción contra el atacante o presentar cargos penales contra él. Schietekat le dijo a la policía que quería presentar cargos y firmó una declaración en árabe, dando a los oficiales el nombre y los detalles del hombre. Sin embargo, horas más tarde, alrededor de las 9 de la noche, la llamaron y le dijeron que regresara a la estación donde la pusieron frente al hombre al que había acusado y la interrogaron durante tres horas en árabe. El presunto atacante le dijo a la policía que él y Schietekat tenían una relación, por lo que los oficiales le pidieron mirar su teléfono para encontrar evidencia de intimidad, lo que ella negó.
Luego, la policía le pidió que se sometiera a una prueba de virginidad, acusando a Schietekat de relaciones extramatrimoniales, antes de recomendar el caso a la fiscalía para que presentara cargos en su contra.
Schietekat optó por huir del país, dejando atrás lo que más tarde describió como el «trabajo de sus sueños», siendo respaldada por el comité de la Copa del Mundo.
«Nunca había respirado con más alivio que cuando sellaron mi pasaporte», escribió. “En México se paró la adrenalina y empezó un proceso más lento, aunque igual de complejo y doloroso”.
Desde entonces, ha afirmado que Qatar, que será el primer estado árabe en organizar la Copa Mundial de la FIFA en noviembre de 2022, se preocupa más por proteger al atacante que a la víctima de violación. También reveló que fue violada anteriormente cuando tenía 17 años, pero que no habló sobre la terrible experiencia en ese momento.
Schietek acusó de ‘cínica’ a la comunidad internacional por seguir respaldando a los estados del Golfo envueltos en denuncias de ‘flagrantes abusos de los derechos humanos’. ‘Sin una postura firme por parte de la comunidad internacional, leyes draconianas, retrógradas y hasta absurdas ellos encontrarán un huequito para seguir justificándose, a la sombra de grandes eventos deportivos o culturales’, escribió.
Últimamente Qatar se ha visto envuelto en numerosos escándalos, con informes de miles de trabajadores migrantes que mueren en el país y que son tratados como esclavos sin derechos.
