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La diabetes mellitus (DM) mal controlada aumenta el riesgo de desarrollar complicaciones.
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Esta enfermedad afecta a más de 500 millones de adultos en el mundo, y se prevé que la cifra aumente a 783 millones para el 2045.
La diabetes mellitus (DM) mal controlada puede aumentar el riesgo de desarrollar complicaciones como ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.
Esta es una enfermedad que afecta a más de 500 millones de adultos en el mundo, y se prevé que la cifra aumente a un 46% para el 2045.La patología aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no la utiliza adecuadamente, provocando con el tiempo, que este nivel alto y constante de glucosa desarrolle enfermedades graves en los pacientes.
La diabetes de tipo 2 (DM2) es la más común y representa el 90% de todos los casos diagnosticados en el mundo. Esta enfermedad ocasiona alrededor de 1.5 millones de defunciones por año, ocupando el noveno puesto entre las principales causas de muerte. Estas cifras ponen en alerta a las entidades de salud sobre la necesidad de generar alianzas y desarrollar campañas de educación y prevención dirigidas a las personas con riesgo, pacientes y familiares.
Por este motivo en el marco del Día Mundial de la Diabetes, AstraZeneca hace un llamado a la población con el fin de generar un impacto sobre la práctica clínica actual sobre la enfermedad, de manera que los pacientes se beneficien al recibir una atención integral, que permita establecer tratamientos, planes de seguimiento y análisis que controlen no solo la enfermedad, sino también los padecimientos asociados, y por supuesto que tengan un pronóstico mucho más favorable sobre su enfermedad.
La diabetes mellitus puede presentarse de diferentes maneras: la diabetes tipo 1; se caracteriza porque el cuerpo no produce insulina, por lo que la terapia con insulina es el tratamiento esencial. Aproximadamente el 5% de los pacientes padecen este tipo de diabetes.
Luego está la diabetes tipo 2 donde se crea una resistencia a la insulina, por lo que se acumula una alta cantidad de glucosa en sangre, también llamada hiperglicemia. Adicionalmente, es importante mencionar la prediabetes, una afección grave en la que los niveles de azúcar en la sangre son más altos que lo normal, pero todavía no alcanzan los niveles de la diabetes tipo 2.
Se estima que más del 80 % de las personas que la padecen no lo saben, lo que eleva el riesgo de presentar diabetes tipo 2, enfermedad del corazón y derrame cerebral.
Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), indica que entre las principales causas del aumento de casos de diabetes en la población se encuentran la obesidad, el sobrepeso y la inactividad física.
“Es una enfermedad que no tiene cura, pero es tratable y las personas con diabetes pueden vivir una larga vida. Entender la diabetes es fundamental para mejorar la condición de los pacientes y debemos preocuparnos por poner en marcha acciones para cuidarlos y brindarles una mejor calidad de vida. La enfermedad puede estar relacionada con otros factores como los antecedentes familiares, edad, síndrome del ovario poliquístico, presión arterial alta, niveles anormales de colesterol y triglicéridos o incluso, la raza, por lo que es importante mantener un control integral que permita reducir las complicaciones”, mencionó el Dr. Andrés Rojas, director Médico de AstraZeneca para Centroamérica y Caribe.
Contar con terapias para el tratamiento de la diabetes mellitus de tipo 2 como la dapagliflozina, permite un abordaje integral del paciente y una disminución de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, renales, así como un mejor control de la diabetes y sus complicaciones asociadas.
Por ejemplo, un estudio realizado en Costa Rica demostró que la intervención con esta terapia podría reducir significativamente las hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca en un 30%, las cuales son una de las complicaciones más costosas para el sistema de salud.
Una vez, que se ha comprobado la existencia de la enfermedad, su tratamiento dependerá del tipo de diabetes del paciente, y podría ser desde administración diaria de insulina inyectada hasta medicamentos específicos que estabilizan la producción de insulina, en complemento con una dieta adecuada y un estilo de vida saludable.