¿Buscás una receta que sea vistosa, sabrosa y fácil de preparar? Estos mini quichés de espinaca y queso feta son la estrella ideal para un brunch de domingo, un picnic al aire libre o incluso una cena ligera entre semana. Su presentación individual los hace prácticos, y su sabor, delicadamente salado y fresco, conquista desde el primer bocado.
Un clásico con giro práctico
Inspirados en el tradicional quiché francés, estos bocados adoptan un formato moderno, sin necesidad de preparar una masa complicada. Se cocinan en moldes para muffins y se pueden servir tanto calientes como a temperatura ambiente, lo que los convierte en aliados perfectos para cualquier ocasión.
Ingredientes (para 12 unidades):
- 1 taza de espinaca fresca picada (puede ser salteada o cruda)
- 100 g de queso feta desmenuzado
- 4 huevos
- 1/2 taza de leche (puede ser vegetal)
- 1/4 de taza de crema (opcional, para más cremosidad)
- Sal y pimienta al gusto
- Un toque de nuez moscada (opcional)
- Aceite o manteca para engrasar los moldes
Preparación:
Precalentá el horno a 180°C y engrasá ligeramente un molde para muffins.
En un bowl, batí los huevos con la leche y la crema, agregando sal, pimienta y nuez moscada.
Distribuí la espinaca y el queso feta en cada molde, llenando aproximadamente hasta la mitad.
Verté la mezcla de huevo sobre los ingredientes, dejando un pequeño margen para que no se desborde al hornear.
Horneá durante 20 a 25 minutos, o hasta que los quichés estén dorados y firmes al tacto.
Dejá enfriar unos minutos antes de desmoldar.
Sugerencia de presentación:
Acompañalos con una ensalada fresca de hojas verdes y tomates cherry, y una copa de jugo natural o espumante. También podés sumar una tabla de frutas o panes artesanales para un brunch completo.


