El cáncer de ovario causa alrededor de 207.000 fallecimientos al año en mujeres a nivel mundial, lo que lo convierte en el cáncer más letal del sistema reproductivo femenino.
Este tipo de cáncer se caracteriza por ser silencioso, a menudo sus síntomas pueden ser confundidos con otras enfermedades, especialmente gastrointestinales; por lo que comúnmente se detecta en una etapa avanzada cuando se ha expandido a zonas como la pelvis y el abdomen, reduciendo las probabilidades de supervivencia y dificultando el tratamiento.
Según datos de Global Cancer Observatory (Globocan), más de 300 mil mujeres son diagnosticadas al año con cáncer de ovario a nivel mundial y alrededor de dos tercios de las pacientes desconocen sobre la enfermedad antes de su diagnóstico. Debido a que no existe una prueba de detección de cáncer de ovario rutinaria, es importante estar al tanto de los síntomas más comunes, entre ellos, hinchazón o inflamación abdominal, pérdida de peso sin motivo, molestias en la zona pélvica, dolor de espalda, fatiga, cambios en los hábitos intestinales, necesidad frecuente de orinar y sangrado anormal.
“El papanicolaou no detecta el cáncer de ovario y a pesar de los avances tecnológicos no existe una prueba de detección simple y rutinaria, por lo que es importante que el paciente reconozca los síntomas y acuda al médico especialista, quien puede indicar desde un examen de pelvis, ultrasonido transvaginal o pélvico y análisis de sangre, y en ciertos casos, puede recomendar una tomografía como parte del proceso de diagnóstico”, explicó el Dr. Esteban Coto, Director Médico de AstraZeneca para Centroamérica y el Caribe.
Sumado a lo complejo de su detección, hay personas que cuentan con factores de riesgo que aumentan las probabilidades de desarrollar la enfermedad como la edad (mujeres mayores de 50 años son más propensas en desarrollarlo), sobrepeso, antecedentes familiares, no haber tenido embarazos o padecer endometriosis y mutaciones genéticas, especialmente en los genes BRCA. Estos genes están en el cuerpo desde el nacimiento y producen proteínas que reparan los daños en el ADN, sin embargo, en ocasiones presentan cambios (variantes o mutaciones / dañinas o patógenas); lo que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de ovario.
“De los casos diagnosticados por tendencia hereditaria, entre el 10% al 15% de los pacientes están relacionados con una mutación genética hereditaria denominada BRCA1 y BRCA2, por lo que hacemos un llamado en este Día Mundial del Cáncer de Ovario a las personas con antecedentes familiares para que consulten con un profesional de la salud que valore la posibilidad de pruebas genéticas y descartar cualquier indicio de cáncer de ovario. Esta fecha es una oportunidad para solidarizarnos con los pacientes con el objetivo de mejorar su calidad de vida y poder prolongar la supervivencia, por lo que los invitamos a que se unan a la campaña #NingunaMujerSeQuedaAtrás”, aclaró el Dr. Coto.
El movimiento #NingunaMujerSeQuedaAtrás es promovido por la Coalición Mundial contra el Cáncer de Ovario y con el apoyo de otras 200 organizaciones a nivel mundial, su objetivo es invitar a las personas a que levanten sus voces junto aquellas pacientes que enfrentan la enfermedad, creando conciencia sobre el cáncer de ovario y sus síntomas, entre las mujeres y el personal de salud, lo que podría ser un factor fundamental para reducir los retrasos en el diagnóstico. Actualmente, existen probabilidades altas de cura, siempre y cuando se obtenga un diagnóstico temprano, esto por medio de los diferentes tratamientos y la atención integral que se brinda.
En línea con este esfuerzo y con el fin de reforzar este llamado, AstraZeneca en colaboración con la Sociedad Europea de Oncología Ginecológica (ESGO), la Red Europea de Grupos de Defensa del Cáncer Ginecológico (ENGAGe) y otras redes de organizaciones de pacientes a nivel mundial, han lanzado la iniciativa Compromiso contra el Cáncer de Ovario (OCC por sus siglas en inglés), el cual busca mejorar la experiencia y la supervivencia de las mujeres con esta enfermedad, y pretende convertirse en un puente en la era de la innovación, reuniendo a las partes interesadas para acelerar el cambio y brindar información, permitiendo mejorar el manejo y los resultados de las pacientes. En el caso de Centroamérica y Caribe, múltiples organizaciones se están organizando localmente, para desarrollar un capítulo local de este esfuerzo, entre ellas se pueden citar a Unidos contra el Cáncer, ANASOVI, FUNDAMURO, AENDO y la Red Nacional de Cáncer en Costa Rica; Héroes de Esperanza en Guatemala; Fundación Un Amigo como Tú en República Dominicana; y ASONAPAQ y ANCEC en Panamá.
“Queremos impactar a la población, crear conciencia sobre el cáncer de ovario y recalcar los desafíos que enfrentan las pacientes, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de estas mujeres; invitamos a las personas y organizaciones con ideas afines a unirse a este compromiso global y ayudarnos a marcar una diferencia significativa en la atención del cáncer de ovario. El OCC proporcionará una plataforma donde se implementarán acciones para mejorar la calidad de vida de las mujeres que viven con cáncer de ovario y prolongar su supervivencia. Uno de los primeros proyectos que llevará a cabo la OCC es una vía digital para pacientes que las guiará con información clara y valiosa a través de cada paso de su experiencia con el cáncer de ovario,” concluyó el Dr. Coto.